viernes, 19 de noviembre de 2010

Voy a quedarme con lo bueno.


Voy a quedarme con lo bueno.

Con los momentos, las experiencias, con las decisiones.

Voy a quedarme con cada uno de ustedes, con sus risas e inseguridades, con su madurez y con su ligereza.

Si alguno de ustedes lo pensó, no, no voy a hablar de los muchos obstáculos que nos pusieron, de cómo a veces volaban las zancadillas, de esos interminables empujones y múltiples codazos en el estomago.

Voy a quedarme con lo bueno porque es lo que se debe, porque esto es una ceremonia y debe hacerse lo políticamente correcto. Lo haré porque así tendré que hacerlo muchas veces en la vida, y mejor me voy acostumbrando.

Pero dejemos esto en claro: no voy a gastar este pequeño espacio en hablar con frases pre-cocidas , ni en irme por las ramas con palabras vanas. Prefiero dar un paso atrás y volver a la simpleza, prefiero pararme aquí en frente de ustedes, compañeros de viaje, y darles las gracias.

Whitman dijo una vez que nada se pierde en la vida, porque nada puede perderse. Quizás sea cierto, quizás este “hoy” y esos “ayeres” sigan siempre en nuestras mentes, quizás el hecho de que yo esté aquí dándoles las gracias no se pierda nunca entre el abismo que deja el tiempo en todas las cosas. Espero, de todo corazón, que así sea.

Los insto a que actúen, a que sean participes de este mundo que los rodea. Los insto a que - como escribió Faulkner – no se preocupen de ser mejores que sus predecesores ni de sus sucesores: los insto a que se preocupen de ser mejores que ustedes mismos.

En este gimnasio hay un gran potencial, una montaña de diamantes en bruto, maculados, que esperan a ser limados por el mundo, pero chicos: a pesar de que el tiempo vuela, recuerden siempre que los paisajes de la vida hay que dominarlos con zapatos, no con ruedas de automóviles.

Sientan siempre en sus corazones las injusticias que le ocurren al resto, recuerden que a pesar de que estamos saliendo de una caja de cristal y a punto de entrar a otra caja de cristal aún más grande, no estamos solos. Miren a su lado y recuerden que esa persona, sea quien sea, no es distinta a ti. No es un copo de nieve, es un ser humano con ilusiones, con desdichas y con esperanzas, así que ayúdalo a cumplirlas, ayúdala a seguir adelante. Que nada te detenga de ofrecerle tu mano, porque quizás mañana el o ella te ofrezcan la suya.

Me quedo con lo bueno, porque es lo que debe hacerse.

Me quedo con lo bueno, porque es lo que se merecen.

Felicitaciones Cuartos Medios Generación 2010.

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Lo hice con todo el corazón para ustedes, para todos ustedes. Espero que les haya gustado.

Y aprovecho de darle las gracias a la Micol, porque sin su carisma y su extraordinaria capacidad para darle vida a las palabras, el sentido del discurso no hubiese sido el mismo :).

Saludos

2 comentarios:

  1. Pasé a leer por aquí...
    Creo que la graduación es un momento especial, y no estoy pensando en el estereotipo gringo. Es el cierre de una etapa, el inicio de otra y de repente te das cuentas que el tiempo corre demasiado rápido.
    Que lindo discurso, tú también sabes escribir bonito. Y que lindo mensaje.

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  2. Cierto? El tiempo vuela, me gusta esa frase. De ahí es el título del blog, inclusive.
    Gracias por lo de mi forma de escribir, trato de ir mejorando siempre. Supongo que eso ese lo que importa jajaja
    Saludos!

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